29.7.11

MI ÚLTIMO SUSPIRO

Llanto y vacío. Atrapada en un laberinto sin retorno. Envuelta en asombros que se disipan entre las paredes de nogal.

Girando y alucinando en un estado enardecedor. ¿Quién es mi propio yo?¿Cuándo será el momento en que encontraré “algo” en lugar de éste vacío amenazador?

Los poetas ya no pueden hacer nada para sostener mis lágrimas, alterar mis silencios y construir palacios de significados ambiguos y metáforas deliciosas.

Una luz constante ciega mis ojos, desesperada me extravío entre los arbustos lastimando mis dedos con las espinas y alambres de púas estratégicamente colocados, intento encontrar la salida de mí misma.

Juego cruel y putrefacto, las almas se desvanecen entre los tallos y las flores se marchitan bebiendo la sangre derramada de las víctimas que, como yo, comieron de tu mano y lamieron tus encantos.

Mírate ahora, no eres más que mentiras sobre tus propias palabras, ya no posees esencia de humano, te volviste la bestia que debió estar encerrada aquí en mi lugar entre pantanos, sin posesiones, solo harapos.

De la forma más cabal, has jugado. Con el objetivo de consumir hasta mi último suspiro. Me sigo dañando en éste eclipsado camino que no consigo resolver por mis propios medios. Aún padezco las heridas del pasado, no comprendo si ese pasado corresponde a mi vida, a tú vida o a la nuestra.

Continuaré alucinando un momento más…

Hundo mi cuerpo en el barro, comiendo basura cruda, penetrando mi piel con el filo de las hierbas. No puedo pasar mas abajo del suelo, no puedo esconderme bajo la tierra esperando que me vengas a buscar, lamentablemente. La exasperación se engrosa sin encontrar límite alguno donde detenerse y razonar.

Comprimiendo en mis puños todos mis sueños frustrados. Se darán cuenta que no entiendo mis pensamientos, me es imposible discernir, interpretar, englobar… y tantas otras cosas que corresponden a un análisis exhaustivo.

Finalmente he quedado inmóvil, pero sigo desvariando, exhorto.

El recuerdo es imborrable: tu sutil mirada e inocentes halagos que tiempo después me descuidaron, dejándome caer al vacío sobrellevando su carga. He conmemorado el día el cual has arruinado mi felicidad o, en su defecto, me he arruinado, extirpando mis entrañas para volverme más débil y liviana, para que el viento pueda empujarme con total facilidad impidiendo el equilibrio perfecto.

Si tan solo tuviera un par de alas… siguen creciendo las fantasías y las esperanzas confusas, las ideas absurdas toman sentido en el límite que diferencia mi razón del inconsciente. Continuaré alucinando un momento más…

Siento en mi rostro tus suaves manos, un lento susurro inesperado, oscuros ojos que me observan... “mi amor, estás soñando...”

El abrazo se vuelve vida, los hechos que me perseguían mueren, pero solo es cosa del pasado. Hoy debo mi tiempo a quien me ha salvado y con sus apacibles caricias a sanado mi destino, ha cubierto de besos aquellos sentidos que nadie se ha molestado en conocer… “mi amor, estabas soñando”

Continuaré alucinando un momento más… exhalando mi último suspiro.


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