29.7.11

QUISIERA NUNCA PODER

Quisiera nunca poder llegar a casa. Te espero mientras camino, una simple ilusión de que vengas corriendo a abrazarme… incluso sabiendo que no lo vas a hacer. Por segunda vez espero eso mismo, es tal cual como reaccionaría yo si me necesitaras, y sé que no me necesitas. El amor es confuso, cuando creemos tenerlo se destruye una parte y nos volvemos ignorantes por completo otra vez, como el principio, tratando de entender cómo funciona.

En éste instante el suelo se hace aire y todavía parece temprano para que las luces de los autos se enciendan al transitar la calle que me separa de la otra vereda…. pienso en ese momento: ojala no existan límites para transitar el camino. Sin veredas, sin autos, sin personas, sin hogares, sin cruces, sin nada que nos impida detenernos justo cuando mas necesitamos caminar…huir lentamente de lo que nos aqueja, muy lentamente. Lo ideal sería que el espacio verde nos humedezca los pies, que nos sentamos parte de la naturaleza…pero está tapada con el cemento inútil... tan inútil como yo caminando. Escucho música para evitar que resuenen en mi cabeza los ruidos rutinarios… la calle ya está desolada, desolación… sinónimo de perfección que caracteriza al lugar. Miro hacia atrás esperando que alguien me siga, que se interese por descubrir mi rumbo. No. No espero a cualquier persona, en realidad te espero. Igual sé que no vas a venir.

Al mismo tiempo, poseo una mezcla de resignación y tristeza, eso que no me deja sacarte una sonrisa solo para sentirme útil en tu vida. Quisiera ser un aporte feliz, la nota distorsionada que tanto te gusta, no quiero ser una interrupción en tu vida (justamente es lo que soy). No depende de mí, eso es lo que mas me molesta, eso es lo que intento ir dejando en cada paso que doy, sacármelo de encima es el propósito de ésta historia… nunca pude decirte adiós mirándote a los ojos, hoy tampoco pude.

Ésta vez sí, las zonas iluminadas por las luces de los autos no me dejan ver las estrellas. Sólo una sola persona puede hacerme ver las estrellas aún con los ojos cerrados. Te sigo recordando en cada estupidez que cruce por mis ojos, en cada acorde que escucho en un pequeño aparato que entra en mis oídos.

Espero que usted nunca me entienda, que no entienda lo que lee ahora…prefiero ser yo la única que les de coherencia a éstas frases y que nunca le pase lo mismo que a mí en éste momento. Cuando uno se siente un fracaso, no hay palabras que calmen el sentido de angustia que se lleva. Es difícil mantenerse en pie… lo mas sencillo es caminar, caminar hacia la nada, no importa…caminar solos, es lo mejor que sabemos hacer como seres humanos, fantasear con que somos nómadas y en cada paso cambiamos de hábitos hasta que el mal desaparece.

Está oscureciendo, ahora comienzo a preocuparme mas por mi seguridad que por todo lo demás, he cambiado las prioridades que en éste momento me inquietan. Falta un largo recorrido aún. Cada vez son mas las cosas que pienso. La calle me digiere y tengo miedo… y no estás. Me siento aún peor, pero por suerte no existe un único motivo por el cual preocuparme. Todo se va fusionando y se convierte en un mal entero, plagado de angustia y soledad. Sé que cuando llegue, parte del problema se ha resuelto, uno de los motivos que llevo en mi espalda caducará; aún cuando no tengo interés en llegar a destino.

No son las palabras exactas de la historia que había en mi mente mientras caminaba y narraba para mí misma. Ahora estoy sentada escribiendo. Me siento levemente mejor pero quisiera nunca haber llegado a casa.

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