29.7.11

DERREPENTE NADIE

Derrepente nadie me hablaba, todo se paró. Era como que algo había dejado de funcionar (en simples palabras). El tiempo no corría, se había cansado de huir, huir de la cordura. Estaba sola, sentada mirando el suelo, veía que mi alrededor se volvía eterno, no se movía, había aquietado su curso normal. Y ahí estaba yo apenas rozando mi sien con la yema de mis dedos; no entendiendo, escuchando al mundo que se había aproximado a dejarme sola. Me sentía levitar y una vos conocida me dijo: es la etapa, es la oportunidad…escucha ese consuelo.

Era un regalo del mundo para mí, solo para mí. Sonrío.

Pirrón de Elis quedó en silencio.

"Es mejor tener la boca cerrada y parecer estúpido que abrirla y disipar la duda"
(Mark Twain)

Ya a nadie le importa, no entiendo aun cómo funciona. No entiendo cómo funciona la sinceridad. Deriva de la verdad pero la verdad es relativa…la verdad le corresponde a cada individuo y ni siquiera sabemos si es así como pensamos. No sabemos si hay una verdad absoluta.

Las palabras son tan invisibles como vacías. Incluso en éste momento lo que escribo es inútil. Ese viento que no tiene presencia, carece de sentido. Las dudas son absurdas.

Todo lo que creemos ser, no es y no se llama así.

Nuestra existencia queda reducida al silencio. No sé si es precioso, preciado o lo que más se asemeja a lo real. ¿Solo en la muerte hay un silencio absoluto?.. no lo creo así. Es nuestra arma más poderosa, al creernos ignorantes por completo.

No creo en las idolatrías pero casi roza muy cerca de ello.

CARTA A DIOS

No se si alguien/nadie leerá esto algún día. No sé si las razones de escribir/vivir son lógicas entre tanto insomnio y fármacos.

Hoy no tuve ganas de peinarme, disculpa mi presentación, igualmente sabes que me encanta/repugna estar así.

Simplemente quiero recordarte quien/cómo soy, quizás ya te hayas olvidado de mí. Desde pequeña me han enseñado que en las circunstancias de la vida estabas presente. Hoy si tengo que guiarme por las circunstancias puedo decir que eres muy cruel/sabio conmigo. Quizás preferiste que yo sea payaso/estrella principal de tu circo. Me está devorando ésta sociedad/soledad que cree tantas cosas superfluas; eso puedo notarlo en mi falta de vocabulario (ya no es el mismo). Por qué me hiciste tan débil/fuerte? Tan crédula/desconfiada? ... la idiota es idiota pero no se contradice… todo es cuestión de circunstancias, no era así? en diferentes contextos todos somos diferentes y podemos despertar cualidades en cualquier momento que nos sorprenden de nosotros mismos. Si ya supiéramos todo sobre nosotros mismos se perdería la sorpresa, la magia de superarse, de mejorar, de empeorar, se perdería la magia de vivir.

(Dios! espero/quiero que no seas un microchip, grita/susurra internamente mi crisis mental/emocional; si, esa que me condenaste/regalaste).

No levanto hoy mi rebelión en contra de tu existencia/inexistencia, simplemente recordarte, si es que en algún lugar estás, que mi existencia también existe (acá si/no vale la redundancia). No creo que estemos en éste mundo para dejar todo en tus manos siendo seres tan “inteligentes”…

No sé qué quiero/puedo decirte realmente que no sepas de mí, creo que me conoces bastante como para saber que una duda me trajo a ti, la duda de vivir/morir.

Porqué me diste la capacidad de la duda?, hasta para dudar de ti? Era necesario eso para nuestra supervivencia/convivencia? Solamente es necesario eso para tener la iniciativa de aprender/aprehender, era necesario eso para nuestra propia ruina/rutina?

Miles de preguntas puedo hacerte/hacerme… miles de respuestas puedo hacerme.

Por qué mis ojos gotean ahora?

Esto es lo peor/mejor que escribí en mi vida.

Qué vacío/locura que se siente escribiendo esto para alguien y a la vez para nadie.

CALLA

Calla, que con tus palabras no acaricias mi vacío (eterna espera desconocida, temperamento variable y homicida de la estabilidad. Eterno problema existencial…)

Mis lágrimas brotan una y otra vez tratando de hurgar entre tus letras. Hay un agujero repleto de la mismísima nada; repleto de necesidades y la cura en la caridad de palabras, palabras que llevan, contemplan, alejan, se hunden y buscan en este vacío infinito. El daño se acumula.

El vacío es a cada instante más poderoso y se adueña. Hace tiempo que no escucha lo que tengas para decirle, a la vez no dices nada.

No alcanza leer para curar heridas, para irse a dormir en paz por las noches con esas frases sabias. No alcanza…se necesitan palabras. Palabras que nunca van a ser encontradas.

Que cálido placer habría en las palabras que sean capaces de rozar rostros, una brisa que quiera llegar hacia nosotros con tan solo un susurro.

Tus palabras, solamente viajan en tu mente o ni siquiera eso, no lo sé.

Tu conocer es hermoso y a la vez es tristeza; difunde sabiduría, difunde temor. Tus palabras no hacen la metamorfosis en tus labios con tu aire. Quedan dentro del cofre que guardas en tu mente, igualmente no te des cuenta… porque tus palabras no acarician mi vacío. No entiendo de qué manera intentas curarme.

Calla, (que los sueños sucumbieron, fueron devorados por la mente e intuyo que permanecerán así).

La noche cae y el pecho destrozado grita, no entiende, no entiende ninguna idea. Se cierra. Las palabras siguen sin encontrarse (la espera continúa).

Ni siquiera el silencio tiene sentido hoy; que sufre, como siempre; y espera, como NUNCA.

“Daño…. siempre… silencio…. Tú… donde estas?... nunca…”

QUISIERA NUNCA PODER

Quisiera nunca poder llegar a casa. Te espero mientras camino, una simple ilusión de que vengas corriendo a abrazarme… incluso sabiendo que no lo vas a hacer. Por segunda vez espero eso mismo, es tal cual como reaccionaría yo si me necesitaras, y sé que no me necesitas. El amor es confuso, cuando creemos tenerlo se destruye una parte y nos volvemos ignorantes por completo otra vez, como el principio, tratando de entender cómo funciona.

En éste instante el suelo se hace aire y todavía parece temprano para que las luces de los autos se enciendan al transitar la calle que me separa de la otra vereda…. pienso en ese momento: ojala no existan límites para transitar el camino. Sin veredas, sin autos, sin personas, sin hogares, sin cruces, sin nada que nos impida detenernos justo cuando mas necesitamos caminar…huir lentamente de lo que nos aqueja, muy lentamente. Lo ideal sería que el espacio verde nos humedezca los pies, que nos sentamos parte de la naturaleza…pero está tapada con el cemento inútil... tan inútil como yo caminando. Escucho música para evitar que resuenen en mi cabeza los ruidos rutinarios… la calle ya está desolada, desolación… sinónimo de perfección que caracteriza al lugar. Miro hacia atrás esperando que alguien me siga, que se interese por descubrir mi rumbo. No. No espero a cualquier persona, en realidad te espero. Igual sé que no vas a venir.

Al mismo tiempo, poseo una mezcla de resignación y tristeza, eso que no me deja sacarte una sonrisa solo para sentirme útil en tu vida. Quisiera ser un aporte feliz, la nota distorsionada que tanto te gusta, no quiero ser una interrupción en tu vida (justamente es lo que soy). No depende de mí, eso es lo que mas me molesta, eso es lo que intento ir dejando en cada paso que doy, sacármelo de encima es el propósito de ésta historia… nunca pude decirte adiós mirándote a los ojos, hoy tampoco pude.

Ésta vez sí, las zonas iluminadas por las luces de los autos no me dejan ver las estrellas. Sólo una sola persona puede hacerme ver las estrellas aún con los ojos cerrados. Te sigo recordando en cada estupidez que cruce por mis ojos, en cada acorde que escucho en un pequeño aparato que entra en mis oídos.

Espero que usted nunca me entienda, que no entienda lo que lee ahora…prefiero ser yo la única que les de coherencia a éstas frases y que nunca le pase lo mismo que a mí en éste momento. Cuando uno se siente un fracaso, no hay palabras que calmen el sentido de angustia que se lleva. Es difícil mantenerse en pie… lo mas sencillo es caminar, caminar hacia la nada, no importa…caminar solos, es lo mejor que sabemos hacer como seres humanos, fantasear con que somos nómadas y en cada paso cambiamos de hábitos hasta que el mal desaparece.

Está oscureciendo, ahora comienzo a preocuparme mas por mi seguridad que por todo lo demás, he cambiado las prioridades que en éste momento me inquietan. Falta un largo recorrido aún. Cada vez son mas las cosas que pienso. La calle me digiere y tengo miedo… y no estás. Me siento aún peor, pero por suerte no existe un único motivo por el cual preocuparme. Todo se va fusionando y se convierte en un mal entero, plagado de angustia y soledad. Sé que cuando llegue, parte del problema se ha resuelto, uno de los motivos que llevo en mi espalda caducará; aún cuando no tengo interés en llegar a destino.

No son las palabras exactas de la historia que había en mi mente mientras caminaba y narraba para mí misma. Ahora estoy sentada escribiendo. Me siento levemente mejor pero quisiera nunca haber llegado a casa.