Derrepente nadie me hablaba, todo se paró. Era como que algo había dejado de funcionar (en simples palabras). El tiempo no corría, se había cansado de huir, huir de la cordura. Estaba sola, sentada mirando el suelo, veía que mi alrededor se volvía eterno, no se movía, había aquietado su curso normal. Y ahí estaba yo apenas rozando mi sien con la yema de mis dedos; no entendiendo, escuchando al mundo que se había aproximado a dejarme sola. Me sentía levitar y una vos conocida me dijo: es la etapa, es la oportunidad…escucha ese consuelo.
Era un regalo del mundo para mí, solo para mí. Sonrío.
No leí todas las entradas...pero leí bastantes comento solo aca, por que seria reduntande en lo que comente. creo que es genial, poder leer y a veces identificarse...o no, con lo que decís, con lo que escribís, con lo que pensás o transmitís.
ResponderEliminarCuando nadie te habla es cuando el silencio quiere susurrar a gritos en tu oído que hay una verdad insondable llena de vacío, llena de ternura, llena de sentimientos que uno no se cree capaz de poder alcanzar o percibir.
ResponderEliminarCuando nadie te hable, escucha en silencio y medita ese regalo que es solo para ti, pero que a muchos nos ha sido concedido.
Hermosas palabras, seguiré atenta a lo que expreses en esta página.
Un beso